miércoles, 9 de abril de 2014

ACEITE DEL ÁRBOL DEL TÉ


El aceite del árbol de té, también llamado aceite de cajeput, es muy popular gracias a sus propiedades antisépticas y curativas. Este aceite proviene de las hojas de un árbol australiano llamado Melaleuca aternifolia, y los primeros colonos australianos hacían té con ellas, de ahí su nombre popular. Pero mucho antes de la llegada de los europeos, los aborígenes de la zona ya conocían bien las propiedades medicinales de este árbol. 

Los primeros estudios y la mayoría de las investigaciones médicas realizadas acerca de este producto se han llevado a cabo en Australia. Ya en 1922 se observaron los efectos antisépticos, se evidenció la potencia del aceite, y su no toxicidad ni irritabilidad. Fue tal su uso que como anécdota durante la segunda guerra mundial formó parte del equipo médico del ejército australiano.

El aceite del árbol se extra de sus hojas a partir de la técnica de destilación a vapor en la cual se extraen los aceites esenciales. El aceite extraído contiene aproximadamente unas 100 sustancias químicas, y dos de sus componentes activos clave son el terpinen 4-ol y el cineole.
En 1985 se determinó el estándar del aceite del árbol del té, que requiere un contenido mínimo de un 30% de terpinen 4-ol y menos de un 15% de cineole. El aceite de mayor calidad contiene de un 40 a un 47% del primer componente y un 2,5% del segundo. Es muy importante el equilibrio entre estas dos sustancias, que en los aceites de mayor calidad significa un alto contenido en terpinen 4-ol y un bajo contenido en cineole.

Sus propiedades son anti-inflamatorias, analgésicas y antisépticas, destruye las bacterias, hongos y virus.

El aceite del árbol de té se utiliza a nivel tópico para casi todas las enfermedades de la piel, como, por ejemplo, el acné, las infecciones de la piel, el pie de atleta (hongos), forúnculos, magulladuras, quemaduras, irritaciones, cortes, caspa, picaduras de insectos, erupciones, piojos y verrugas. También puede usarse para combatir la gingivitis (inflamación e infección en encías) y la vaginitis (infecciones del tracto urinario, Cándida, etc...).

¿Cómo se utiliza?

Lo primero es asegurarse que el producto que compramos sea 100% aceite de Melaleuca Alternifolia. Preferiblemente ecológico.

Podemos utilizarlo en enjuagues para tratar la gingivitis, los dolores o las infecciones de muelas y también para la irritación de garganta. Diluimos unas cuantas gotas en agua, hacemos gárgaras y después se escupe.

En uso tópico (aceite, gel o pomada). También se utiliza disuelto en el agua del baño. Muy importante no aplicar sin diluir en niños, embarazadas y lactantes. No debe entrar en contacto con los ojos.

Como inhalador, añadimos unas gotas a un humidificador o quemador de esencias. También podemos echar unas gotas de aceite en un pañuelo e inhalarlo.

Para lavar la ropa, suelos, vajilla, etc... El aceite del árbol del té es también un gran desinfectante por lo que podremos utilizarlo en nuestra colada (echando de 5-10 gotas junto al detergente), también en el cubo de fregar, en el lavavajillas (más adelante os daré una receta para hacer Mistol casero), en la fabricación de jabones para nuestro uso personal, para lavar, etc... 

¿Efectos secundarios?

El aceite del árbol del té es muy seguro en su uso tópico, por lo general no irrita y no es tóxico. Para probar si uno es sensible a su contacto nos echaremos un par de gotas en la piel antes de irnos a la cama y comprobaremos a la mañana siguiente si se ha producido alguna irritación.

Otros usos:

Acné: Según un estudio, un 5% de extracto de gel del árbol del té es comparable en eficacia al peróxido de benzoilo para tratar un acné de leve a moderado. Se puede aplicar el aceite con un bastoncillo de algodón, con pequeños golpecitos sobre los granos antes de irse a la cama.

Herpes Simple: Aplicar con una gasa o algodón. Se mantendrá bajo control y la infección no se extenderá.

Infecciones cutáneas y erupciones

Tratamiento para pie de atleta y hongos: Las infecciones producidas por hongos en pies, dedos y uñas son, además de muy comunes, muy persistentes y rebeldes frente al tratamiento. En una prueba clínica se comparó el aceite del árbol del té al 100% con el medicamento antifúngico de uso tópico Clotrimazol para tratar hongos en las uñas de los pies. Los resultados de ambos tratamientos fueron muy parecidos.
Se aconseja cortarse bien las uñas, lavarse bien con jabón común o con jabón del árbol del té, después, una vez bien secos, se aplica el aceite. Este proceso debe repetirse a diario, durante unas semanas y en casos más rebeldes incluso meses. Otro procedimiento consiste en añadir 10 gotas de aceite a cuarto litro de agua caliente, sumergir los pies en esa agua durante 10 minutos y después secarlos muy bien con una toalla o un secador de pelo. El tratamiento debe seguirse durante seis semanas como mínimo.

Tratamiento para eliminar piojos: Mezclar 1,5 cucharadita de aceite del árbol del té y 1,5 cucharadita de aceite de lavanda con 120 ml de aceite de oliva, o bien con 120 ml de champú. Masajear bien el cuero cabelludo y el cabello con este preparado durante unos minutos. No aclarar. Cubrir la cabeza con un gorro de ducha y dormir con él. A la mañana siguiente, peinar el cabello con un peine de púas finas. Antes de utilizar el peine, añadir a éste 5 gotas de aceite del árbol del té para extraer las liendres o huevos de los piojos. Aclarar bien el cabello y secarlo durante 5-10 minutos (esto ayuda a acabar con los huevos). Repetir el proceso durante una semana.
El aceite del árbol del té añadido al champú habitual es un buen tratamiento contra la caspa.

Verrugas: Aplicar directamente sobre ellas, ya que tiene propiedades antivirales. Está especialmente indicado para las verrugas plantares.

Vaginitis: Diluir un par de gotas en el bidet y lavarse. El aceite del árbol de té ha demostrado ser muy eficaz para combatir la Candida Albicans y las tricomonas.






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